
La nutrición mineral de los cultivos y pasturas afecta fuertemente los alimentos y la biodiversidad, ambos esenciales para el bienestar de la humanidad. Las aplicaciones excesivas de nutrientes, en particular fosforo y nitrógeno, tienen impactos negativos en la biodiversidad de los sistemas agrícolas y su entorno. Sin embargo, la subaplicación de nutrientes también afecta negativamente los sistemas debido a que se produce una degradación de los suelos que resulta en un aumento de la presión para convertir ecosistemas naturales en sistemas productivos. La gestión óptima de los aportes de nutrientes para la biodiversidad, la alimentación, la nutrición y otros resultados debe basarse en objetivos y soluciones específicos del contexto que mejoren la biodiversidad desde el campo hasta el paisaje y a escala mundial.